Tratamientos fitosanitarios

OBJETIVOS Y EFICACIA DE LOS TRATAMIENTOS FITOSANITARIOS

Los principales objetivos que se persiguen cuando se realiza un tratamiento fitosanitario son los siguientes:

- Aprovechar al máximo los productos aplicados, con el fin de reducir tanto los costos como el impacto medioambiental, ya que son caros y en algunos casos tóxicos.
- Maximizar el rendimiento del trabajo, entendido como superficie tratada por unidad de tiempo, por razones principalmente de carácter económico.
- Conseguir la máxima eficacia posible, desde los puntos de vista económico y agronómico, para lo cual se requiere una distribución uniforme

Para alcanzar este último objetivo hay que tener en cuenta las siguientes recomendaciones:

- Las materias activas empleadas deben ser eficaces contra la plaga o agente patógeno y debe considerarse su peligrosidad para la salud y el ambiente, así como sus efectos secundarios sobre la fauna auxiliar.
- Para conseguir los resultados esperados, la dosificación debe ser correcta, de forma que la planta quede cubierta homogéneamente. Para ello es necesario elegir la maquinaria adecuada, d acuerdo con el producto a emplear y la plaga o enfermedad a combatir.
- La plaga o agente patógeno debe encontrarse en la fase más sensible al plaguicida.
- Las condiciones climáticas deben ser lo más favorables posibles con respecto al tipo de producto a emplear.

2. PRINCIPALES MÉTODOS DE APLICACIÓN DE PLAGUICIDAS
La clasificación de los métodos de aplicación de plaguicidas se realiza en función del vehículo que soporta al producto, que puede ser sólido, líquido o gaseoso:

- Espolvoreo. Consiste en la distribución del fitosanitario en forma de polvo, mediante al aplicación de una corriente de aire, que a su paso por el depósito de tratamiento arrastra parte del producto.
Fumigación. Consiste en la aplicación del producto en forma de gas y requiere la intervención de personal especializado, autorizado al efecto. 

- Aplicación de Cebos. Colocación de determinados preparados para atraer o repeler agentes nocivos (ej: roedores, etc.). 

- Tratamientos vía riego. Es un sistema de aplicación muy frecuente en plantaciones con sistema de riego localizado. 

- Aplicación en el suelo. Consiste en la incorporación al suelo del plaguicida sólido en forma de gránulos, que una vez enterrados desprenden gases que se mezclan con el aire del suelo.
3. MAQUINARÍA DE APLICACIÓN DE PLAGUICIDAS
3.1. Máquinas espolvoreadoras
Se emplean para distribuir el formulado en forma de polvo a través de la corriente de aire. Esta corriente es producida por un ventilador y entra en el depósito, arrastrando el polvo y distribuyéndolo de forma más o menos homogénea sobre el vegetal.

El gasto (número de kilogramos distribuidos en un minuto) de un aparato espolvoreador a través de las boquillas o mangueras de reparto puede ser regulado de varias formas:

-Abriendo o cerrando la abertura del regulador de salida del polvo.
-Variando las revoluciones del ventilador.
-Regulando la entrada de aire en el depósito.

Las principales características a tener en cuenta en un espolvoreador son el tamaño de la partícula y el caudal de aire del ventilador.

3.2. Máquinas pulverizadoras
Las máquinas pulverizadoras están constituidas por un depósito con agitadores que mantienen en íntima unión el producto y el agua, y por una bomba que obliga al agua a salir a través de las boquillas, fragmentándola en gotas de diámetro variable y dispersándolas sobre el terreno o plantas. A menor tamaño de las gotas, mayor es la superficie cubierta. Así mismo, es muy importante la regularidad del tamaño de las gotas; con un tamaño pequeño de gotas y una gran uniformidad se consigue mejorar la eficacia del tratamiento, disminuir el volumen de caldo por unidad de superficie y, por tanto, una reducción en los costes. El gasto en estos tratamientos oscila entre 500 y 1.300 litros/Ha, dependiendo del producto, densidad de la plantación, etc.


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