CROTOS
Codiaeum (denominado popularmente como Crotón)
Sus hojas son de disposición alterna, pecioladas, persistentes, coráceas; su coloración es variable, dentro de un rango del verde al rojizo, con tonos amarillos también. Dicha coloración suele seguir pautas: las hay moteadas y listadas. La forma foliar es variable, aunque suele oscilar entre linear a lobulada, con una lámina cambada y los márgenes ondulados
Las flores, como en el resto de representantes de la familia Euphorbiaceae, están agrupadas en ciatios; por lo demás, son poco llamativas, careciendo de interés ornamental
Requieren una elevada humedad tanto en la tierra como en el ambiente para permanecer lozanas, lejos de fuentes de calor, deshidratantes, como son estufas y radiadores. Estas plantas deben regarse frecuentemente, así como abonarse. Pese a emplearse como plantas de interior, requieren no estar demasiado alejadas de ventanas o balcones a riesgo de perder su color, inhibir la fotosíntesis y provocar su marchitamiento.
Codiaeum no tolera temperaturas menores a los 16 °C. Durante el invierno, la tasa de crecimiento es menor y la planta está quiescente, llegando a perder sus hojas basales.
Sus hojas son de disposición alterna, pecioladas, persistentes, coráceas; su coloración es variable, dentro de un rango del verde al rojizo, con tonos amarillos también. Dicha coloración suele seguir pautas: las hay moteadas y listadas. La forma foliar es variable, aunque suele oscilar entre linear a lobulada, con una lámina cambada y los márgenes ondulados
Las flores, como en el resto de representantes de la familia Euphorbiaceae, están agrupadas en ciatios; por lo demás, son poco llamativas, careciendo de interés ornamental
Requieren una elevada humedad tanto en la tierra como en el ambiente para permanecer lozanas, lejos de fuentes de calor, deshidratantes, como son estufas y radiadores. Estas plantas deben regarse frecuentemente, así como abonarse. Pese a emplearse como plantas de interior, requieren no estar demasiado alejadas de ventanas o balcones a riesgo de perder su color, inhibir la fotosíntesis y provocar su marchitamiento.
Codiaeum no tolera temperaturas menores a los 16 °C. Durante el invierno, la tasa de crecimiento es menor y la planta está quiescente, llegando a perder sus hojas basales.
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